martes, 13 de octubre de 2009 | By: Maria Santana

El Dios consumista

Vivimos en una mar de superproducción descontrolada, donde la diversidad de producto, escapa a la imaginación de la mayoría de los mortales.

Consumimos porque creemos que así somos más felices, pero despierta amigo, solo es una herramienta más para el control de la sociedad. Reyes, dioses, leyenda,,, siempre ha siso formulas para decirnos que es lo que tenernos que hacer y alinearnos a una mismo son.

Nosotros pobres ilusos creemos que hacemos lo que queremos, cuando una y otra vez nos dan aquello que tenemos que creer.

En siglo XXI nuestro Dios es el consumismo nos guiamos y veneramos, al menos una vez en semana, en su templo de los centros comerciales e incluso le rezamos al hacer las cuentas, suplicando un resto, para seguir adorándole aún más.

No se confundan amigos, somos lo que compramos, así nuestra alma quedará limpia al obtener un plasma más grande que el fondo de la pared a mi casa.

Nos alienamos y ellos se benefician controlando nuestro capital y nuestras vidas. ¡ Libre ! Nunca seremos libres, demasiados valiosos para disfrutar de nuestro propio raciocinio.

2 comentarios:

Y. dijo...

Yo no comparto esto del todo pienso más que la sociedad nos da opciones nunca imposiciones a la hora de consumir, ya la personalidad de cada uno refleja lo que se deja influenciar por el marketing, pero si que se puede decir que estamos muy "controlados" por muchos factores,pero todo es una cadena, si no se compra no se trabaja ni se cobra, porque yo fui a kiabi y lo vi clarito.

Marcus dijo...

Eso es lo que nos dicen si no se compra no hay trabajo, creo que la clave estaría en la especialización laboral no se puede mantener un pais siendo todos obreros y construyendo xk algún día eso se acaba, como ha ocurrido. El obreo o el que trabaja en fábrica.
Si rompieramos la cadena exigiendo otro tipos de trabajo para nuestro fututo todo cambiaria. Mira los filindeses, le dan dinero para que estudien y se profesionalizen.Rompamos cadenas

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INTRODUCCIÓN

Siempre he sabido que los ojos son el espejo del alma y no sólo por el popular refranero, si no porque si miras fijamente a los ojos de las personas, expresan más que todo aquello que nos intentan decir con palabras.

Este blog lo he titulado así, por el primer cuento que he escrito, muy malo por cierto, no la intención de su contenido, si no por mi burda expresión.
La palabra escrita y yo fantaseamos sólo en mi mente. US.