sábado, 25 de agosto de 2012 | By: Maria Santana

Prólogo

Prólogo

El sonido de los cascos me había ensimismado, sin conseguir dormir, en cambio mis hermanas,  Sofía y Ágata dormían plácidamente, ajenas a mis preocupaciones y decisiones.
Mientras las cubría con mi abrigo, añoré ser niña y no tener responsabilidades,  jugar y disfrutar cada momento sin plantearte el mañana. Un pensamiento volvió alegrar mi alma. De niña corría en medio del trigo fresco y mama me buscaba jugando a pillarme,  en primavera crecía tanto que hacía de él un escondite perfecto. - Como echaba de menos todo eso. Acaricié sus cabellos y volví a mi tormento reflexivo.

El viaje estaba siendo más largo de lo previsto,  Mario el capataz de nuestro padre, nos llevo en el  carromato de la cosecha hasta la estación de tren, allí nos esperaba Francis para hacer un largo viaje en tren y luego en un  carruaje sacado de una de las historias que mama me contaba de niña.
Nunca pude imaginar que tuviéramos familia que viviera tan lejos. Mama no  nos comento nada. – ¿Qué extraño? llegaba siempre la misma pregunta ¿Por qué?
Pero  cuando Francis  apareció por primera vez en casa,  y aunque era para traer malas noticias, el fallecimiento de nuestro tío, pensé que fue una bendición divina, en respuesta a mis plegarias.
Nuestro tío había muerto y nosotras éramos sus parientes más próximas, herederas de su fortuna. Los últimos años de su vida, los cuales había estado muy enfermo, los dedicó a buscar a su hermana de la cual había perdido el rastro, hacia 17 años.  Con deseo de verla de nuevo había dejado en su testamento que  la búsqueda, no cesara hasta que no la encontraran. – ¿Que curioso? me volví a preguntar ¿Mi edad? Mi sexto sentido, me decía, que me faltaba una pieza del rompecabeza y que no conseguía ver todo la historia con claridad.
Su sentido mellizo le decía que aún vivía, y que a veces lo llamaba en sueño, pidiéndole ayuda, sobre todo en los últimos años de su vida. Su sentido mellizo le había fallado,   nuestro padres llevaba tres años muertos por una enfermedad extraña, ¿Sería su conciencia que le remordería, por tanta ausencia? – Basta me dije, estas elucubrando si saber nada. – Has tomado la decisión correcta, me repetía, cuando las dudas me asaltaba, para poder tranquilizarme.
Desde la muerte de nuestros padres, yo y la familia de Mario, Claudia y su hijo Lucas,  llevábamos la casa y las cosechas. Estas no estaban dando suficiente para nuestra gran familia. Los inviernos estaban siendo muy duros, y con la escasez de alimentos, no había suficiente para todos, aunque trabajáramos de sol a sol.
El último invierno la pequeña Sofía, había enfermado por un resfriado. Mis plegarias, fueron respondidas con la aparición de Francis, y la herencia de nuestro tío. Debía de tomar una decisión y pensar en el bien de todos.
Mario se quedaría en las tierras de nuestros padres,   y nos daría noticias de cómo iba todo. – Valeria,  tus padres han sido unos hermanos para mí, lo siento por no acompañarte, sabes que mi familia está aquí. Podré cuidar la granja en tu ausencia y si algún día quieres  volver siempre será tuya. – No te preocupes Mario, cuando herede la fortuna de mi tío,  te compraré la Finca de los Morín y viviremos todos juntos. Mario había sido lo más parecido a un hermano mayor y en los últimos años, como mi padre. Creí que así, podría agradecerle todo lo que habían hecho su familia por nosotras.
Acordé con Francis que iríamos con él, pero si en algún momento algo no nos gustaba, volveríamos a casa, y mientras tanto, le daríamos a Mario una paga por mantener nuestra casa, por si volvíamos.  Francis asintió excepto en la última parte. – No estoy autorizado para realizar esa transacción, lo deberás hablar con James, tu tío, el hermano de la esposa de su difunto tío. Él es ahora vuestro  tutor. – Pero como veo que las cosas no os han ido muy bien,  le daré a Mario, una paga que cubrirá los gastos de mantenimiento al menos un año de la granja. – Queremos que volváis a casa, para quedaros allí dijo con sonrisa complaciente, y si eso os preocupa, para poder volver, tengo la posteta de resolver cualquier  impedimento. – ¿Todos hablaría así en Alsacia? potestad, impedimento.
Una piedra en el camino hizo que me diera un golpe en la cabeza con el manillar de agarre del interior del carruaje. El golpe me despertó del cuento de hadas que estaba viviendo. – Queremos que volváis a casa, para quedaros allí. Las palabras de Francis plateo más  dudas  – ¿Quienes quieren que regresemos? ¿Volver a casa? Si nuestro tío estaba muerto.  ¿Quién nos espera? ¿Ese James, hermano de nuestra tía?
Así que, esa es  mi situación ahora, hacia una región llamada Alsacia, que parecía estar en el fin del mundo por las montañas altas y frías que acabábamos de dejar detrás. A ser tutorizadas  por un tal James, durante 7 años, que sería entonces cuando cumpliría 25 años de edad.



domingo, 4 de julio de 2010 | By: Maria Santana

El destino


A veces creemos que estamos predestinados a cosas maravillosas, creyendo que la maravilla es nuestro ideal de las cosas, pero a veces y muchas veces nos equivocamos y nuestro destino no está en otro mundo. Somos tan listos que no vemos que lo sencillo es el curso natural de las cosas.
lunes, 14 de diciembre de 2009 | By: Maria Santana

DESPERTAR

















Abrió los ojos a la inmensa luz, para nunca más volver.
martes, 13 de octubre de 2009 | By: Maria Santana

El Dios consumista

Vivimos en una mar de superproducción descontrolada, donde la diversidad de producto, escapa a la imaginación de la mayoría de los mortales.

Consumimos porque creemos que así somos más felices, pero despierta amigo, solo es una herramienta más para el control de la sociedad. Reyes, dioses, leyenda,,, siempre ha siso formulas para decirnos que es lo que tenernos que hacer y alinearnos a una mismo son.

Nosotros pobres ilusos creemos que hacemos lo que queremos, cuando una y otra vez nos dan aquello que tenemos que creer.

En siglo XXI nuestro Dios es el consumismo nos guiamos y veneramos, al menos una vez en semana, en su templo de los centros comerciales e incluso le rezamos al hacer las cuentas, suplicando un resto, para seguir adorándole aún más.

No se confundan amigos, somos lo que compramos, así nuestra alma quedará limpia al obtener un plasma más grande que el fondo de la pared a mi casa.

Nos alienamos y ellos se benefician controlando nuestro capital y nuestras vidas. ¡ Libre ! Nunca seremos libres, demasiados valiosos para disfrutar de nuestro propio raciocinio.

lunes, 3 de agosto de 2009 | By: Maria Santana

El espejo del alma

Siempre he sabido que los ojos son el espejo del alma y no sólo por el popular refranero, si no porque si miras fijamente a los ojos de las personas, expresan más que todo aquello que nos intentan decir con palabras.

Este blog lo he titulado así, por el primer cuento que he escrito, muy malo por cierto, no la intención de su contenido, si no por mi burda expresión.
La palabra escrita y yo fantaseamos sólo en mi mente. US.

INTRODUCCIÓN

Siempre he sabido que los ojos son el espejo del alma y no sólo por el popular refranero, si no porque si miras fijamente a los ojos de las personas, expresan más que todo aquello que nos intentan decir con palabras.

Este blog lo he titulado así, por el primer cuento que he escrito, muy malo por cierto, no la intención de su contenido, si no por mi burda expresión.
La palabra escrita y yo fantaseamos sólo en mi mente. US.